La madera es un elemento orgánico, natural, e incluso después de cortada y tratada sigue estando viva. Ahora bien, es muy importante diferenciar entre la madera de exterior y la de interior, ya que ésta estará más protegida.
En los casos de madera en exterior, estará mucho más expuesta a las condiciones meteorológicas como la lluvia, humedad y el sol, por eso es de vital importancia protegerla cada cierto tiempo. Existe una amplia variedad de lasures y barnices que nos ayudarán en esta tarea, cada uno con propiedades específicas. Pero, ¿qué es mejor, el barniz o el lasur? Dependerá de nuestra necesidad y del acabado que busquemos. Es cierto que en exteriores es más recomendable el uso del lasur, ya que éste penetra en la madera y deja el poro abierto, manteniendo así sus propiedades de transpiración natural. Además, también la protege de los rayos UV, es hidrófugo y de gran flexibilidad.
Por otro lado, el barniz, aunque con cualidades similares, no penetra en la madera, sino que crea sobre ella una capa protectora, sellándola y protegiéndola desde el exterior hacia el interior, al contrario que el lasur.
En cualquiera de los casos, bien vayamos a usar barniz o lasur, debemos tener una superficie de trabajo en óptimas condiciones, por lo que, si la madera ya estaba tratada, es recomendable eliminar todo rastro anterior decapando y/o lijando para después aplicar el nuevo producto y así garantizarnos que cumple con sus propiedades.